La intervención televisada del presidente francés, Jacques Chirac, el jueves, en favor de la Constitución europea no logró frenar la progresión del no en las intenciones de voto para el referendo del 29 de mayo. Los primeros sondeos realizados tras la intervención atribuyen la victoria al no con el 56% de los votos.

Una situación angustiosa que preocupa a los otros países de la UE, cuyos ministros de Asuntos Exteriores, reunidos ayer en Luxemburgo, analizaron el problema. Aunque oficialmente no quieren plantearse un rechazo del electorado francés, reconocen que "si Francia dice no será un situación difícil para la UE", indicó el ministro luxemburgués, Jean Asselborn, que ejerce la presidencia.

El titular de Exteriores francés, Michel Barnier, desde Luxemburgo también advirtió de que no habrá "un plan B" en caso de que gane el no y mostró su esperanza en "que en las próximas semanas podremos hacer comprender este desafío".

La entrada en campaña del jefe de Estado francés para defender la necesidad de dotar a Europa de una Constitución fue un fiasco. Eso es al menos lo que indican las primeras encuestas realizadas después de la controvertida emisión en la que Chirac se sometió a las preguntas de un panel de 83 jóvenes, que se mostraron mucho más preocupados por los problemas sociales y personales en Francia que por la construcción europea.

Contrariamente a lo que se pretendía, Chirac no sólo no convenció a los jóvenes que lo interrogaron en el plató sino que los decepcionó.

VENTAJAS PARA EL DIA A DIA Los argumentos de Chirac no calaron a pesar de que en las encuestas el 59% de los franceses están de acuerdo en que Europa necesita una Constitución y el 52% quieren una política exterior común, pero no ven las ventajas que el texto tendrá en la vida cotidiana de los franceses.

Segun los analistas, todavía no hay nada perdido, puesto que aún quedan 43 días para invertir la tendencia.