Los equipos de rescate intentan encontrar supervivientes del seísmo de 7 grados que sacudió ayer la isla indonesia de Java. El balance de fallecidos ha aumentado a 47.

Las operaciones de rescate, incluyendo las militares, se concentran ahora en un pequeño pueblo, donde numerosas casas han sido sepultadas por un deslizamiento de terreno provocado por el temblor del terremoto.

El portavoz de la Agencia de Gestión de Catástrofes, Priyadi Kardono, ha declarado: "Hay una cuarentena de personas desaparecidas. Las posibilidades de encontrarlas vivas son débiles".

AL MENOS 300 HERIDOS

Miles de personas han tenido que huir de sus casas, muchas de las cuales han sido destruidas o dañadas por el terremoto en las localidades próximas al epicentro del seísmo, localizado en Java Occidental. En Yakarta sacudió algunos edificios.

El Gobierno calcula que unas 300 personas han resultado heridas tras el seísmo, que ha dejado también decenas de desaparecidos. Las autoridades estiman que 18.000 edificios, entre ellos mezquitas y oficinas, han sufrido daños.

Indonesia es un país acostumbrado a los seísmos, ya que está situado en la convergencia de las placas pacíficas, eurasiáticas y australianas. En el 2006, un terremoto submarino de magnitud 7,7 provocó el tsunami que causó la muerte de 596 personas.