¿Hay riesgo de contagio? ¿Es posible que en España se produzca el estallido de violencia que convulsiona a Francia? Los especialistas creen que, por el momento, no hay peligro. Sin embargo, alertan con preocupación de que algunas de las causas de esa revuelta empiezan a detectarse en la sociedad española.

"Es difícil que aquí haya un contagio con lo que pasa en Francia porque la situación no es comparable", dice Jordi Moreras, especialista y responsable de una consultoría que asesora a ayuntamientos sobre el fenómeno migratorio. En su opinión, "lo que pasa en Francia no tiene que ver con la emigración y sí con la exclusión social". "Los que salen a la calle --dice-- no son inmigrantes. No se puede llamar inmigrante a alguien nacido en Francia".

Malas dinámicas

"Los hijos y nietos de inmigrantes no nacen programados genéticamente para tirar cócteles molotov y quemar coches", clama Moreras, que insiste en la importancia de "fijarse en la exclusión social que sufren miles de personas en Francia". Este especialista llama a "prestar atención a las dinámicas de exclusión que hay aquí". Una exclusión que afecta a jóvenes, inmigrantes y no inmigrantes. De hecho, un estudio de Cáritas y la Fundación Foessa advierte de que en España, el 44,1% de las 8.509.000 personas que viven en situación de pobreza son jóvenes, como los que lideran la revuelta en Francia.

Jordi P mies, antropólogo especialista en la educación de menores de origen marroquí, coincide con Moreras en que "si no se pone remedio a determinadas situaciones de exclusión sí que se puede generar el caldo de cultivo para que, en el futuro, haya una deriva violenta".

Este especialista advierte de que "muchos jóvenes reciben de la sociedad un mensaje que les hace sentirse inferiores y que les excluye". "Si ese mensaje --alerta-- se perpetúa, en esos chavales cala una sensación de estafa y de falta de futuro que puede incubar el germen de la revuelta".

Igualdad

En su opinión, el hecho de que en España la inmigración sea un fenómeno reciente hace que, a diferencia de en Francia, "los hijos de los inmigrantes todavía no hayan sufrido el desengaño de no poder ascender socialmente o acceder a determinadas profesiones". "Aún estamos a tiempo de primar la igualdad de oportunidades".

Bernabé López García, catedrático de Historia del Islam, tampoco cree que esa revuelta juvenil sea exportable a España. "Hay muchas variables en ese conflicto que son propias a Francia", dice este especialista, que dirigió el Atlas de la inmigración marroquí en España . No obstante, detalla los fallos que detecta en la gestión del fenómeno migratorio. "Los empresarios explotan laboralmente a los inmigrantes, y los políticos los utilizan como arma arrojadiza". Además, denuncia la exclusión social que sufren algunos inmigrantes en España y que se ha traducido en estallidos de violencia como en El Ejido (Almería) o Terrassa (Barcelona) y en marginación extrema.

Otros no están tan convencidos de que no vaya a haber contagio. Mohamed Alami, presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí, advierte de "que se están poniendo los ingredientes para que una revuelta así ocurra aquí en el futuro". "La comunidad marroquí está marginada socialmente y acosada por la policía. Sufrimos arrestos arbitrarios". Alami destaca que la Administración "apenas emplea a personas de origen extranjero".