En tan sólo 72 horas, José María Aznar ha cambiado de opinión sobre los plazos del eventual ataque contra Irak. Tras pedir el viernes que la ONU tomara "decisiones consecuentes" contra Bagdad, ayer el presidente español apoyó que se prorrogue "unas semanas" la misión de los inspectores de desarme. Fuentes diplomáticas admiten que Aznar flexibiliza su postura a rebufo de Estados Unidos, que con la prórroga gana tiempo para forjar el consenso en la ONU y perfilar su campaña militar.

Aznar moderó su discurso belicista tras el pacto alcanzado ayer en Bruselas por los cuatros miembros europeos del Consejo de Seguridad --Reino Unido, Francia, Alemania y España--, que aparcaron sus diferencias para firmar un acuerdo de mínimos: el de pedir que los inspectores continúen trabajando. Horas después, el presidente aseguró que deseaba "fervientemente" ver "prolongada en las próximas semanas" la misión.

CONVERSACION CON BUSH

Aznar abogó por trasladar al régimen de Sadam un "mensaje de firmeza" que evite una nueva guerra. En conversación telefónica, Aznar informó ayer a George Bush del acuerdo de Bruselas. Fuentes de la Moncloa aseguraron que el presidente defendió ante Bush la necesidad de dar más tiempo a la ONU y de mantener la presión sobre Irak.

El presidente español informó a Bush de la captura en Cataluña de 16 activistas presuntamente vinculados a Al Qaeda. Según fuentes españolas, Bush le felicitó.