José María Aznar aprovechará hoy su primera y última intervención como presidente del Gobierno ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para presentarse como un paladín de la lucha contra el terrorismo. En su línea habitual, el líder español proclamará que el terrorismo es el enemigo número uno de la humanidad y reclamará la "solidaridad y la cooperación de todos los países" para combatirlo.

Antes de subir al estrado de los oradores, Aznar habrá mantenido previamente un encuentro a solas con el presidente de EEUU, George Bush, en la sede de la ONU, en Nueva York. La sintonía entre ambos mandatarios es "total" en los asuntos de la lucha contra los violentos, según señalaron fuentes oficiales. El presidente también reafirmó sus coincidencias en ese apartado con el primer ministro británico, Tony Blair, durante el encuentro del domingo en la residencia de Chequers, al norte de Londres.

ACTUACION AL MARGEN

Aznar impulsó junto a Bush y Blair la guerra de Irak al margen de la ONU, y ahora se suma a sus aliados para reclamar una nueva resolución que permita involucrar a más países en la reconstrucción iraquí, pero sin poner en cuestión el mando de EEUU.

Aznar ha convertido la lucha contra el terrorismo en el eje de su política internacional, además de ser el motor que anima las excelentes relaciones con la Administración republicana.

Una sintonía que beneficia a empresas españolas como Cepsa, que ayer anunció la firma de un contrato para la compra a Irak de dos millones de barriles de crudo. Esta es la segunda compra de Cepsa en tres meses.