A16 años de reconquistar la democracia hay que dar un paso más", dijo la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, y reiteró su compromiso de avanzar en los temas sociales como la desigualdad y las bajas pensiones que los tres gobiernos de la Concertación aún no resolvieron a pesar del notable crecimiento económico que tuvo el país desde que dejó atrás la dictadura de Augusto Pinochet. "Queremos el reencuentro entre aquellos a los que les ha ido bien y con los que estamos en deuda. Ese es un desafío perfectamente posible", declaró en su primer encuentro con la prensa, a escasas horas de haber derrotado por siete puntos a Sebastián Piñera, el candidato de la derecha.

Bachelet garantizó que, a partir del 11 de marzo, el día de su asunción, lanzará un plan que en tres meses debe llevar adelante 36 medidas en esa dirección. La dirigente socialista quiere ir rápido. Cuatro años de gobierno, dijo, es un periodo "breve en el que no hay tiempo que perder". Bachelet confió en poder tener el respaldo de la oposición para afrontar los temas que la sociedad pide. "Infancia con alternativas, vejez con tranquilidad, gente que pueda prosperar y que el Estado les apoye, derechos para los trabajadores, oportunidades iguales para todos", enumeró.

RECONOCER A LOS MAPUCHES La mandataria electa le recordó también a sus adversarios el compromiso asumido en la campaña proselitista de terminar con uno de los últimos lastres institucionales de la dictadura: el sistema electoral "binominal" que impide el acceso a las legislaturas de las minorías políticas. Además, pidió que la derecha avale el reconocimiento constitucional de los "pueblos originarios" de Chile (los mapuches).

Bachelet manifestó otra vez su voluntad de contar con un equipo de ministros con igual cantidad de mujeres y hombres. Su victoria ha provocado conmoción en el país. Según Eugenio Tironi, uno de los más destacados analistas locales, de su mano Chile inaugura un tercer ciclo: el primero comenzó con el golpe de 1973 y el segundo, en 1990, al recuperarse la democracia.

AMPLIO MARGEN La abanderada de la Concertación (socialdemócratas y demócrata cristianos) abre ahora las puertas de esta nueva era con un mayor respaldo que el logrado por el actual presidente, Ricardo Lagos, en enero del 2000. Ese margen de tres puntos le da autonomía frente a los partidos y mayor capacidad para decidir. Dijo en ese sentido que se tomará el tiempo "que sea necesario" para nombrar a su equipo. No fue casual que recordara que fue electa "por la ciudadanía" antes que por las agrupaciones oficialistas.

Bachelet contará con un privilegio político que no tuvieron ni Lagos ni sus antecesores: mayoría de la Concertación en las dos cámaras del Congreso. En este nuevo escenario, la derecha anunció que realizará una oposición aún más dura.