El Gobierno iraquí, encabezado por Ibrahim Yafari, está dispuesto a negociar con los rebeldes que combatieron contra la fuerza multinacional antes del 30 de enero, día de las elecciones legislativas, pero no con los que han matado a civiles, policías y militares iraquís.

El portavoz del Ejecutivo, Laith Kouba, dijo ayer que, "desde el punto de vista jurídico", las tropas extranjeras que entraron en Irak en marzo del 2003 lo hicieron "sin cobertura legal internacional" y que, por lo tanto, "debían salir del país".

Para las autoridades, los grupos que atentan contra la población los forman extran-jeros que integran organi-zaciones como la del jordano Abú Musab al Zarqaui, con las que "no se puede discutir, por ser criminales".

Kouba invitó a los grupos cuya misión ha sido combatir a las fuerzas extranjeras a dejar las armas y a incorporarse al proceso político. "Después de las elecciones al Parlamento, creemos que estos grupos pueden alcanzar sus objetivos y lograr que esas fuerzas salgan del país rápidamente".

El portavoz del Gobierno iraquí negó que las autoridades hayan participado en las negociaciones que representantes de Washington han mantenido con grupos rebeldes, aunque dijo que el Ejecutivo de Yafari apoya estos contactos.