El enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, el exsecretario de Estado de EEUU James Baker, inició ayer una nueva gira por el Magreb para intentar desbloquear el conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario por la soberanía de la antigua colonia española. Baker inició su periplo en Marruecos, donde se entrevistó con el rey Mohamed VI.

Esta gira llevará a Baker a Argelia, a los campamentos que el Frente Polisario tiene en la localidad argelina de Tinduf, y a Mauritania. El enviado de la ONU va a presentar "una proposición de solución política que incluya una posibilidad de autodeterminación", señaló su portavoz.

SIN FILTRACIONES

La ambigüedad de esta afirmación y el hecho de que Baker haya impedido cualquier filtración hace que se ignore cómo será su nueva propuesta. Un alto mando del Polisario señaló que lo único que Baker ha avanzado es que "la propuesta va a ser amarga para las dos partes".

El principal obstáculo a la misión de Baker es que ni Marruecos ni el Polisario están dispuestos a variar un ápice su postura. Rabat rechaza el referendo de autodeterminación y apoya que la solución sea la concesión de una autonomía dentro de Marruecos a los saharauis. Por su parte, el Polisario y Argelia, su gran apoyo, rechazan la autonomía y exigen la autodeterminación.