Villiers-le-Bel es una ciudad en la que habitan 30.000 personas de la banlieue norte de París. Esta ciudad distinguió durante la revuelta del otoño del 2005 porque uno de sus barrios conflictivos, el ZAC, donde se han producido actualmente los nuevos episodios de disturbios, fue cerrado al tráfico, pese a que la población está en el departamento de Val d´Oise, que no fue de los más afectados hace dos años.

Bajo el mandato de un alcalde socialista, Villiers-le-Bel es una banlieue de casas bajas --no se ven los edificios de Seine Saint-Denis-- y tiene un urbanismo que aísla unos barrios de otros.