El Ejército británico se ha quedado sin el apoyo de las autoridades de la provincia de Basora, situada en el extremo sur de Irak. Es la primera consecuencia del vídeo que se difundió el domingo en el que aparecen varios soldados británicos golpeando con extrema violencia a unos adolescentes iraquís en el 2004. El Consejo Provincial de Basora ordenó a los funcionarios locales y a las fuerzas de seguridad que cesen la colaboración con las tropas del Reino Unido, unos 8.000 hombres.

Las imágenes --a raíz de las cuales ya hay tres detenidos-- han deteriorado aún más las muy malas relaciones que mantenían ambas partes. De hecho, estaban pasando un pésimo momento desde enero, cuando fuerzas del Reino Unido y Dinamarca irrumpieron en las casas de varios policías iraquís a los que acusaban de corrupción.

Ayer, centenares de iraquís se manifestaron frente a la principal base en Basora y pidieron la salida del país de las tropas extranjeras. El mando británico lamentó la decisión del Consejo Provincial de Basora y solicitó que se levantara el boicot. El Consejo también urgió la retirada del país del contingente danés (de unos 500 hombres), que opera en el país árabe bajo mando británico. Las autoridades locales exigieron a Copenhague que "pida disculpas" por las viñetas.