"Los movimientos siempre empiezan pequeños y nunca sabes qué los va a poner en marcha". John Evans sabe lo que dice. Este hombre de intensa mirada, veterano de Corea, expresidente de una división de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, lleva más de cuatro décadas de lucha por los derechos civiles. Sabe que "la mayoría es pasiva por naturaleza".

Pero el sábado, sentado a 40 grados de temperatura en la planicie tejana junto al rancho del presidente estadounidense, George Bush, en Crawford, Evans está rodeado de gente que, activamente, lucha por el derecho a decir, como él: "Basta, no más mentiras, que las tropas vuelvan a casa".

Evans lleva una camiseta con la imagen de un joven de uniforme, Jonathan Shields. La lleva también Evelyn Allen, y para ella esa imagen es más dolorosa. Es la foto de su hijo, un joven que se alistó voluntariamente en el Ejército a los 19 años para evitar los callejones sin salida de la vida de un adolescente negro en las calles de Atlanta y que, pese a ser especialista en el manejo de tanques, el 12 de noviembre del 2004, a los 25 años, murió en un accidente cuando le golpeó uno de esos vehículos.

"Nunca sabes cuáles son los planes divinos y acepto lo que ha pasado", explica Evelyn, que distingue entre "Dios y sus designios y las consecuencias de las decisiones de quienes juegan a ser Dios".

La causa de Cindy

Evelyn ha viajado hasta Crawford con un objetivo: "Intentar que ni una sola madre más sufra lo mismo, pedirle al presidente que saque a los soldados de esa destrucción, esa verdadera destrucción masiva". Es su causa; es la causa de Dante, que perdió a su hermano en Irak; la de Juan, que perdió a su hijo en Afganistán. Y es la causa de Cindy Sheehan, la madre de Casey Sheehan, muerto en abril del 2004 en Bagdad y la mujer que ha iniciado este movimiento.

Trayectoria de una mujer

Quizá es muy optimista hablar de revolución. Sin embargo, basta pasar 24 horas en Crawford para darse cuenta de lo que está pasando. Hay cientos de personas de todo origen y condición: Jeremy, un joven que a los 25 años ya es veterano; Sandra, una de las activistas de Code Pink, una de las más visibles organizaciones de mujeres en EEUU; Randy Credico, cómico neoyorquino; Brendan McDaid, exsacerdote irlandés; Fred Mattlage, ranchero que cedió a los manifestantes el terreno junto a la Prairie Chapel Road donde se ha instalado el campamento Casey II. Esta es la nueva realidad de Crawford, donde ha nacido un nuevo movimiento no sólo contra la guerra, no sólo por la paz, sino también por las respuestas.

Sheehan no surge de la nada. Es una de las fundadoras de Gold Star Families for Peace , un grupo de familiares de militares fallecidos. Lleva meses coordinando acciones antibélicas, ha comparecido ante congresistas, ha dado discursos y ya en marzo fue portada en la progresista revista The Nation bajo el titular: "Las nuevas caras de la protesta". Fue la decisión personal de llevar sus interrogantes hasta Crawford lo que hizo saltar la chispa, lo que prendió en la puerta del rancho de Bush un fuego que amenaza con quemar al presidente de un país donde, según las encuestas, el 61% de los ciudadanos rechaza la política de la Administración en Irak.

Ahora los acampados prometen crear campamentos Casey en sus ciudades y se escuchan sugerencias, como organizar una protesta junto a cada acto público del presidente.

Los riesgos

Eso sí, este movimiento corre riesgos y son los de costumbre. Centenares de personas viven en los dos campamentos pero los medios dedican la misma atención a la escasa docena de contramanifestantes instalados al otro lado de la carretera. Sheehan es diana desde el primer día, y aunque su coherencia es irrefutable, ya ha sido acusada de estar siendo manipulada por activos grupos anti- Bush como MoveOn.

También, como es habitual, hay divisiones internas. El sábado, la policía local fue, a petición de los propios manifestantes, a uno de los campamentos para pedir a un grupo socialista que vendía sus publicaciones que se marcharan. Es una división tradicional, según Evans, el veterano activista negro. "La gente se divide cuando está buscando poder".