Diputados de la oposición y agentes de seguridad protagonizaron este jueves una batalla campal en el Parlamento sudafricano, al ordenar la jefa de la cámara la expulsión de los legisladores, que boicotearon el discurso del presidente del país, Jacob Zuma.

Los diputados del partido populista Combatientes por la Libertad Económica (CLE), que visten monos rojos de trabajador en reconocimiento a los ciudadanos que dicen representar, y miembros de la seguridad del Parlamento se enfrentaron a puñetazos cuando estos últimos se disponían a sacarles del hemiciclo.

Previamente, los portavoces del CLE habían interrumpido en numerosas ocasiones a la presidenta del Parlamento sudafricano, Baleka Mbete, evitando así que Zuma comenzara su discurso sobre el estado de la Nación.

VIOLAR LA CONSTITUCIÓN

El CLE afirmó que no reconoce la legitimidad de Zuma, al que acusa de violar repetidamente la Constitución y de graves casos de corrupción y abusos de poder.

La tensión continuó tras la expulsión de los miembros del CLE, cuando el principal partido de la oposición, la liberal Alianza Democrática (AD), recriminó a Mbete y a Zuma el uso excesivo de la fuerza en el Parlamento y sus inmediaciones.

En una decisión muy criticada, achacada a la voluntad del Gobierno de intimidar a sus críticos, Zuma desplegó hoy soldados en los alrededores de la cámara para "garantizar la ley y el orden".

Los diputados de la Alianza Democrática, cuyos legisladores blancos recibieron gritos de "racistas" desde las filas del oficialista Congreso Nacional Africano (CNA), fueron posteriormente expulsados de la sala por Mbete.

MANIFESTACIÓN PREVIA

Cientos de personas se manifestaron en los momentos previos al debate en el exterior del Parlamento, en Ciudad del Cabo, para exigir la dimisión de un Zuma implicado en numerosos escándalos de corrupción.

Zuma, de 74 años, finalizará en 2019 su segundo y último mandato. Sus años en el poder se han caracterizado por el aumento del desempleo y la caída de una economía que creció a menos del 1 % el año pasado.

Jacob Zuma tiene problemas para pronunciar su discurso sobre el estado de la Nación desde la entrada en 2014 en el Parlamento del CLE, cuyos diputados también fueron expulsados de la sesión los dos años anteriores.