"Becks in the Palace" (Beckham en el Palacio). El cartel, que a primera hora de la tarde de ayer colgaba en una de las ventanas de la redacción, del Belfast Telegraph , nada tenía que ver con las autónomicas. Mientras la cuenta de los votos se eternizaba durante 36 horas, la historia del día era que David y Victoria habían ido a Buckingham, donde el futbolista era premiado con la Orden del Imperio Británico.

"¿La votación? ¿Los resultados? No me interesa demasiado. Aquí estamos hartos de política", responde un parroquiano cuarentón del Crown Bar, que toma una cerveza en el pub museo más hermoso de la ciudad. A esa hora, el Telegraph salía a la calle con la frase "Es el bloqueo" en portada, presagiando los tormentosos tiempos que se avecinan, a la vista de los primeros resultados. Uno de los hechos más chocantes para la prensa internacional que estos días invade Belfast es la aparente indiferencia de los ciudadanos ante unas elecciones cruciales.

TEDIO POLITICO "La gente está aburrida de la política. Siempre son los mismos, siempre las mismas caras", explica Rossie, la dueña de una peluquería situada en la zona comercial del centro. "No sé en su país, pero los políticos aquí son muy cabezotas, nunca ceden. Te dan ganas de quedarte en casa, aunque terminas votando, porque puede ser peor", añade.

"Hay apatía y un sentimiento de desilusión en los ciudadanos, que no terminan de creer que se pueda construir una nueva sociedad", afirma Peter Shirlow, profesor de la Universidad del Ulster. A simple vista cuesta entender esa desilusión, contemplando la prosperidad económica de la provincia y la normalidad cotidiana, con la violencia cada vez menos presente. El proceso de paz parece sin embargo haber pesado poco a la hora de emitir el voto. Sólo el 17% de los consultados aseguró haber elegido a su candidato pensando en la marcha de los Acuerdos del Viernes Santo.