Todo está ya preparado para que Berlín reviva hoy uno de los momentos más emocionantes de su historia. El 20º aniversario de la caída del muro de Berlín rememora un gran acontecimiento histórico en el que destaca el valor que los alemanes del Este demostraron al salir a las calles exigiendo libertad, precipitando así los acontencimientos.

La Puerta de Brandeburgo será esta noche el centro de las celebraciones. Pero la emoción se apoderó ya ayer del lugar que hoy promete lleno completo. Alemanes de todos los rincones del país y turistas se acercaron al enorme dominó de 1.000 piezas que se derribará para simbolizar la caída del muro dando al centro de Berlín un ambiente de celebración antes de lo esperado.

También la cancillera, Angela Merkel, empezó ayer su actividad al inaugurar el nuevo museo de la Libertad de Potsdam, que recuerda la división y reunificación alemana. En el acto, al que acudieron el exsecretario de Estado, Henry Kissinger, y el exlíder soviético, Mijaíl Gorbachov, Merkel hizo hincapié en el decisivo papel que jugó la sociedad alemana y, en especial, los berlineses. "Los ciudadanos alemanes demostraron gran valor al levantarse contra la dictadura comunista", dijo la cancillera. Por eso ellos serán los verdaderos protagonistas de hoy, aunque salgan menos en las fotos.

LA PRIMERA GRIETA Merkel empezará su periplo en la calle Bornholmer, donde se abrió el primer paso de los berlineses del este hacia el oeste. Según ha explicado en estos días la cancillera, ese fue también el checkpoint (control) por el que ella misma pasó al otro lado aquella noche. Menos de una hora después de que el dirigente y portavoz de la RDA, Günter Schabowski, anunciara que se levantaban las restricciones de viaje, el paso de Bornholmer Strasse ya estaba lleno de gente exigiendo pasar al otro lado solo con su documento de identidad, como Schabowski había dicho que podían hacer.

Al grito de "abrid las puertas" y "volveremos" la multitud logró convencer a unos guardas que --sin autorización de sus superiores-- decidieron abrir antes que disparar o acabar siendo arrasados por los ya miles de ciudadanos que empezaban a perder la paciencia. Y la valla cedió y el muro ya era historia.

Ahí terminará el acercamiento ciudadano para Merkel que después emprende el maratón de actos junto a los invitados de honor. Ayer casi todos habían llegado ya a Berlín.

A los exlíderes de la época, como Mijaíl Gorbachov y Lech Walesa, que llevan varios días en la ciudad, se fueron uniendo los mandatarios internacionales actuales. La primera en aterrizar en la capital berlinesa fue Hillary Clinton, que acude en representación del presidente Barack Obama y que aprovecha la estancia para realizar una visita oficial en calidad de secretaria de Estado norteamericana.

Junto a los actos oficiales están programados centenares de actos paralelos. Uno de los más emotivos promete ser la formación de una cadena humana en la antigua línea fronteriza de la Bernauer Strasse organizada por el artista británico Martin Butler y que pretende cubrir 33 kilómetros. Los interesados en participar se han registrado en internet y anoche ya se contaban casi 10.000 solicitudes.