Francia, Alemania y el Reino Unido quieren celebrar una conferencia internacional sobre Afganistán antes de que acabe el año en la que se fije una "fase de transición" para que los afganos asuman progresivamente sus responsabilidades. En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, divulgada ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la cancillera alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Gordon Brown, consideran que la conferencia debería celebrarse una vez instalado el Gobierno afgano.

Sarkozy, Merkel y Brown señalan que la conferencia debería acordar "nuevos criterios y objetivos temporales" para llevar adelante "una fase de transición en Afganistán". Eso significa precisar qué es lo que se espera de los afganos en cuanto a la asunción de responsabilidades, así como "una visión clara de su transferencia progresiva, allí donde sea posible". En este contexto, los tres líderes quieren que se examine "cómo acelerar, incrementar y mejorar la calidad de la formación de las fuerzas de seguridad afganas y cómo crear las condiciones apropiadas".

Los tres dirigentes subrayan que la conferencia "permitirá también reafirmar que estamos del lado del pueblo afgano y que estamos comprometidos con el objetivo común de un Afganistán en paz y en seguridad que no se volverá a convertir en un refugio de terroristas".

La misión será "establecer nuevas perspectivas y nuevos objetivos en materia de gobierno, de Estado de derecho, de seguridad y de desarrollo económico y social". Los líderes de Francia, Alemania y el Reino Unido estiman que con las pasadas elecciones, que son objeto de polémica por los fraudes detectados, "Afganistán ha franqueado una importante etapa democrática".

España defiende la misma línea argumental. La ministra de Defensa, Carme Chacón, consideró ayer "razonable" un plazo de cinco años para el repliegue de las tropas internacionales de Afganistán, una vez el Ejército y la policía del país se consoliden.

Por otra parte, Stephen Farrell, periodista de The New York Times que fue secuestrado en el norte de Afganistán hace cuatro días, ha sido liberado por un comando militar. El intérprete Sultán Munadi, capturado junto a Farrell, murió en la operación de rescate, así como un soldado británico y un civil.