El Gobierno conservador italiano ha presentado en los últimos tres días varios proyectos para tratar de atajar la crisis, a pesar de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, haya dicho que la situación no puede ser calificada como "trágica". En una rueda de prensa, Berlusconi ha subrayado: "Pienso que es dañino que los medios de comunicación continúen presentando la crisis como algo definitivo y trágico. Es pesada, pero el adjetivo trágico hace daño". El mandatario italiano se ha pasado semanas declarando que los medios de comunicación, principalmente la televisión pública RAI, exageran. Entretanto, su ministro de Economía, Giulio Tremonti, pronosticaba un 2009 "más difícil que el 2008".

Berlusconi ha anunciado un presupuesto de 17.800 millones de euros para obras públicas, 1,2 millones más para escuelas, 9.000 millones para el paro y otros 9.000 millones, administrados directamente por la presidencia, destinados a "la economía real". Al paquete de medidas hay que agregar un plan para la construcción, que prevé la posibilidad de ampliar el 20% todas las casas.

La suma de los capitales anunciados desde el inicio de la crisis da 140.000 millones de euros, pero solo 10.800 millones podrían ser invertidos inmediatamente.