El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, corrió en ayuda del presidente ruso, Vladimir Putin, durante la cumbre entre la Unión Europea y Rusia, celebrada ayer en Roma, defendiéndole de las acusaciones por el caso Yukos y por el conflicto checheno. "Como amigo de la Federación Rusa pero, sobre todo, como amigo de Putin, os pido que no continuéis difundiendo leyendas", lanzó Berlusconi, acusando a la prensa de "falsear" la situación de Chechenia.

Berlusconi consideró preocupante que se piense que en el caso Yukos no se ha respetado la división de poderes y la libertad de mercado. "En Rusia algunas petroleras no respetan la ley. Y la federación muestra una fuerte voluntad de transparencia", añadió.