El presidente del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi, ha pasado la noche tranquila en el Hospital San Raffaele de Milán donde está ingresado tras ser agredido al término de un mitin y hoy será dado de alta, según han informado los medios de comunicación italianos. Los medios de comunicación locales han informado que Berlusconi se ha despertado hoy tranquilo y ha pedido que le llevaran los periódicos. Tras la agresión, Berlusconi se sometió anoche a una tomografía axial computerizada (TAC) y se le pronosticó un tiempo de recuperación de 20 días.Berlusconi presenta, según los primeros diagnósticos, una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, así como la rotura de dos dientes y una fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada.

Acusado de lesión agravada

El agresor Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que está sometido a tratamiento desde hace 10 años por problemas mentales y sin antecedentes penales, golpeó a Berlusconi con una estatuilla que representaba en miniatura la Catedral de Milán. Tartaglia fue inmediatamente arrestado y sobre él recae la acusación de lesión agravada.El ministro del Interior, Roberto Maroni, se reunirá hoy con el delegado de Gobierno de Milán, Gian Valerio Lombardi, y el jefe de policía de la ciudad, Vincenzo Indolfi, para analizar los sucedido en la plaza del Duomo.

El subsecretario de la presidencia del Gobierno italiano, Paolo Bonaiuti, ha afirmado hoy que antes de llegar al acto el primer ministro, Silvio Berlusconi, le había dicho que temía que le sucediese algo debido al clima de odio que se respira en el país."Paolo, ¿no siente la tensión?, qué clima de violencia, qué espiral de odio nos rodea. ¿No piensa que puede pasar algo?", dijo Berlusconi ayer, según ha explicado Bonaiuti durante una intervención telefónica en el programa televisivo de Canale5 Mattino5.

Bonaiuti, que ejerce como portavoz de Berlusconi, ha considerado que "el clima de odio ha, de alguna manera, favorecido la agresión de ayer". "El presidente está muy mal por lo que ha sucedido. Es una persona muy sensible y en el coche, mientras viajábamos desde Arcore (su residencia en Milán) al acto de la plaza del Duomo, me preguntaba si creía que podía pasar algo visto la espiral de odio. Había previsto todo lo que después le ha pasado", ha manifestado el portavoz.