"Estoy viendo un programa desagradable, con una conducción despreciable, infame, repugnante". Estas fueron algunas de las declaraciones que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, vertió en la madrugada de ayer en L´Infedele (El infiel), de La7, cadena que no controla.

El programa estaba abordando el escándalo de Ruby Robacorazones, la marroquí que, según la fiscalía de Milán, participó en fiestas de Il Cavaliere siendo una menor, cuando, de repente, un furibundo Berlusconi intervino con una llamada telefónica.

"Esto es un prostíbulo televisivo", afirmó Il Cavaliere, recalcando que tuvo solo "una relación de amistad y respeto" con las jóvenes involucradas en la investigación de Milán. En un momento dijo algo sobre las "por decir algo, señoras presentes en el estudio". Esta frase terminó de encender a Gad Lerner, conductor del programa, quien cerró su enfrentamiento rotundo: "Las señoras no son por decir algo y si usted les dice por decir algo es un cafone " (persona vulgar o maleducada). Tras esto, Berlusconi colgó.