El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, admitió ayer la posible formación de un Gobierno liderado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga Norte, a la vez que aseguró que este pacto no pone fin a la alianza conservadora.

«Si otra fuerza política en la coalición de centroderecha asume la responsabilidad de formar un Gobierno con el M5S, tomamos nota con respecto a la elección. Ciertamente no nos corresponde a nosotros imponer vetos o prejuicios», indicó Forza Italia en un comunicado.

Matizó que la formación no votará a favor de este Ejecutivo en el Parlamento y subrayó que, si ese gabinete finalmente no nace, nadie podrá usar a Forza Italia como «pretexto frente a la incapacidad de encontrar acuerdos entre fuerzas políticas diversas».

Señaló que el país «desde hace meses necesita un Gobierno» y lamentó que el jefe del Estado, Sergio Mattarella, no haya otorgado el mandato a la alianza conservadora, formada por la Liga Norte, Forza Italia y Hermanos de Italia, para intentar encontrar apoyos en el Parlamento, a pesar de ganar como coalición los comicios generales del 4 de marzo con el 37% de los apoyos. Una hipótesis de Gobierno que Berlusconi concibe como «natural, lógica y coherente».

Berlusconi permite así que la ultraderechista Liga y el M5S inicien un camino para impulsar la formación de un gabinete. El M5S ha insistido en que estaba dispuesto a dirigir el país junto con la Liga, pero no con Forza Italia.