La excandidata presidencial de Colombia Ingrid Betancourt afirmó ayer en Washington que la muerte de Mono Jojoy abre un "rayo de esperanza" para el proceso de paz y "quizá sea el fin de una larga noche y, para mí, el fin de una pesadilla".

Betancourt estuvo seis años y medio en un cautiverio al que Jojoy dio luz verde junto a otros comandantes guerrilleros en el 2002. A su juicio, es difícil predecir el efecto que tendrá la muerte del jefe militar, porque "es una organización cerrada y autista", pero "fortalece la posición negociadora del nuevo presidente".