Son pocas las horas que han transcurrido desde su rescate y demasiadas las veces que le han hecho la misma pregunta: "¿Piensa volver a la política?". Exdiputada, excandidata a la presidencia, Ingrid Betancourt asegura que tiene que pensarlo, que no ha decidido nada, que debe consultarlo con su familia. Y sin embargo, han bastado unas pocas horas de libertad para que salga a la luz el animal político que lleva dentro. Ha hablado de Uribe, de la reelección, de las relaciones con Venezuela y Ecuador. De la guerrilla. Y sobre todo, del que será, a partir de ahora, su gran compromiso, el inalterable norte de su vida pública: la lucha por la libertad de los que aún están en la selva.

"Lo primero que debemos hacer es pedir al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y al de Ecuador, Rafael Correa, que establezcan vínculos de fraternidad y confianza con el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, para promover más liberaciones unilaterales", manifestó. Betancourt habló de la necesidad de implicar a otros "actores regionales" en la problemática de los secuestrados y, aludiendo a la derrota de las FARC, señaló que es inexacto decir que "están en desbandada, pero sí que se han debilitado". Tienen, dijo, "enormes dificultades logísticas" que los rehenes notaron porque durante meses no comieron frutas y legumbres frescas y les daban "botas destrozadas".

"NO LOS OLVIDAREMOS" Una de las frases que más ha repetido la excandidata en los dos días transcurridos desde su rescate es esta: "No los olvidaremos". Si tiene una cámara delante mira fijamente al objetivo, porque habla para el periodista, y también para el público, pero a los que en verdad se dirige es a los secuestrados. Sus hijos, Lorenzo y Melanie, también han tenido frases de solidaridad y apoyo hacia los familiares de los rehenes.

"Tenemos que crear una liga de países que ayuden y peleen con nosotros por la libertad de los secuestrados en Colombia, así como nosotros tenemos el deber de luchar por otros secuestrados en el mundo. Lo que vivimos aquí nos otorga el derecho de luchar por otras personas", señaló Betancourt, quien se refirió en particular al caso de la opositora birmana Aung San Suu Kyi, nobel de la Paz y sometida a arresto domiciliario desde hace casi dos décadas.

A FAVOR DE LA REELECCION La exdiputada también ha entrado de lleno en la principal polémica de la política colombiana: la reelección. Dijo que el segundo mandato de Uribe "fue un acierto, porque desvertebró la estrategia de las FARC", y explicó que los guerrilleros siempre gozaron de "un periodo de descanso cada cuatro años", entre presidente y presidente; una ventaja que en esta ocasión no han tenido.

A la pregunta álgida de si apoya una nueva reelección, posibilidad que obliga a una nueva reforma constitucional --justo cuando está en entredicho la transparencia de la que permitió el segundo mandato--, Betancourt dice esto: "Los colombianos tienen el derecho de premiar a quien los ha gobernado bien, y un país tiene el derecho de gozar de políticas de Estado a largo plazo".