La excandidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue vista con vida hace una semana, pero su estado es muy precario y, según testimonios de pobladores de El Retorno (unos 450 kilómetros al sureste de Bogotá), se niega a recibir alimentos y medicinas.

Betancourt, secuestrada en el 2002, fue vista en la medianoche del 23 de marzo en ese poblado del departamento de Guaviare, según los testimonios obtenidos por el diario El Tiempo . Uno de los pobladores, que pidió mantenerse en el anonimato, aseguró que había tratado de animarla "porque estaba muy deprimida" y "sin ganas de vivir".

Radio Caracol, que cita "fuentes oficiales" basadas en "testimonios de guerrilleros", informó de que Betancourt fue "atendida de emergencia" en dos puestos de salud de esa zona lindante con la selva sur colombiana. Horas antes, la misma emisora, basándose en el relato de varios campesinos, había desmentido la presencia de Betancourt en El Retorno y El Capricho.

AMENAZAS Después se supo que, mediante llamadas y panfletos, la guerrilla amenazó de muerte a los habitantes de las áreas rurales del Guaviare que revelaran lo sucedido. La rehén tiene hepatitis B, leishmaniasis y un grave proceso de desnutrición.

La posibilidad de un desenlace trágico aceleró la decisión del presidente Alvaro Uribe de eliminar condenas de los miembros de las FARC a cambio de los rehenes. Mientras, se redobla la presión internacional por la liberación de Betancourt. Bogotá y otras ciudades preparan para el viernes protestas.