La líder de la oposición paquistaní, Benazir Bhutto, aprovechó ayer la recobrada libertad, tras haber pasado el viernes bajo arresto domiciliario en Islamabad, para "declarar la guerra a la dictadura" del presidente del país, el general Pervez Musharraf, quien puso Pakistán bajo el estado de excepción el pasado día 3. El régimen de Musharraf, que justificó la retención por "cuestiones de seguridad", impidió ayer a la dirigente opositora visitar a otra de las figuras clave de esta crisis política y abanderado de la lucha por la democracia, el depuesto presidente del Tribunal Supremo, Iftijar Chaudhry, detenido en su casa.

Megáfono en ristre, la exprimera ministra estrenó libertad en una manifestación de periodistas contra el estado de excepción, que las autoridades paquistanís prometieron ayer levantar en un mes. El fiscal general del Estado, Malik Mohamed Qayyum, explicó que la prolongación de la medida "se debe, principalmente, al riesgo de problemas de orden público en ciertas partes del país".

A pesar de que el estado de excepción supone la prohibición de toda aglomeración pública, la dirigente opositora confirmó su propuesta de una "larga marcha", que el próximo martes deberá empezar a recorrer los 250 kilómetros que separan Lahore (en el este) de Islamabad para obligar al presidente a garantizar el proceso electoral.

TRANSMISION EN DIRECTO "Estamos luchando por un Pakistán libre", dijo la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), rodeada por cientos de informadores ante la sede del colegio de periodistas de la capital. Bhutto, cuya intervención fue transmitida en directo por el canal Dawn TV, se solidarizó con la prensa por la censura a la que parte de ella se está viendo sometida. "El PPP y los periodistas tienen un objetivo común: un Pakistán independiente, con jueces y medios de comunicación libres", dijo la líder opositora durante la marcha. Tras este alegato, Bhutto partió a bordo de un coche blanco hacia su siguiente objetivo: el domicilio de Chaudhry.

Sin embargo, la policía cerró el paso a Bhutto, quien afirmó: "Chaudhry es todavía el presidente del Tribunal Supremo". El exjefe del Supremo rechazó renovar su cargo jurando ante Musharraf, después de que este declaró el Estado de excepción. La oposición liberal se ha aglutinado en torno al magistrado. El presidente paquistaní espera revalidar su mandato presidencial sin Chaudhry encabezando el Supremo, ya que el tribunal se tiene que pronunciar aún sobre la legalidad de su candidatura.

Bhutto había estado negociando un acuerdo con Musharraf por el que, a cambio de su apoyo al presidente, ella volvería al cargo de primera ministra, que ya ocupó en dos ocasiones (1988-90 y 1993-96). Sin embargo, el miércoles, la situación dio un giro con el llamamiento de Bhutto a una manifestación contra el estado de excepción, lo que llevó al resto de líderes de la oposición a exigirle que dejara "claro" de qué lado está.