Un viaje a Corea del Norte, sobre el papel en misión humanitaria para liberar a dos periodistas estadounidenses detenidas desde marzo, ha confirmado a Bill Clinton como el más vibrante Ave Fénix de la política de Estados Unidos. Indudablemente, el viaje estaba vinculado a una jugada diplomática de dimensiones mucho mayores.

Tras pasar los dos mandatos de Bush en un segundo plano en el escenario internacional, centrándose en sus esfuerzos medioambientales a través de su fundación y embarcándose en misiones humanitarias con su antecesor, George Bush padre, Clinton se ha resituado tras la misión en Corea del Norte como pieza con potencial determinante en el escenario diplomático, con su esposa, Hillary Clinton, en la secretaría de Estado.

Y aunque Barack Obama y su Administración insisten en desvincular completamente el "extraordinario esfuerzo humanitario" del expresidente de las relacionales bilaterales con Pyongyang, estas han cambiado. No obstante, en su primera reacción a la algarabía diplomática que ha seguido a la liberación de las dos periodistas, el presidente estadounidense afirmó que Pyongyang debería "suspender" su programa nuclear y abandonar su comportamiento "provocador".

Pero el mero hecho de que Clinton viajara a Corea demuestra su peso político ocho años y medio después de dejar la Casa Blanca. Tras semanas de negociaciones secretas con Corea del Norte, a través de su misión en la ONU, para lograr la liberación de Euna Lee y Laura Ling, la Administración pensó en enviar al exvicepresidente Al Gore, al senador John Kerry, al exembajador en Corea del Sur Donald Gregg y al gobernador de Nuevo México, Bill Richardson. Pero el régimen de Pyongyang no los aceptaría para una operación con fuerte peso propagandístico.

FOTO Y CENA Kim Jong-Il quería, por encima de todo, fotografiarse y sentarse en un banquete con el presidente que estuvo a punto de visitarle en el 2000, antes de que las relaciones con EEUU se congelaran.

Washington trata de desacreditar la versión norcoreana de que los dos políticos mantuvieron "una conversación exhaustiva". Pero se ha anunciado que el expresidente se reunirá "en el futuro cercano" con el equipo de seguridad nacional de Obama.

Hillary Clinton, en viaje diplomático por Africa, aseguró que no ha cambiado la política de Washington pero dijo también que "quizá ahora" los norcoreanos quieran hablar con Washington "en el contexto de las conversaciones a seis bandas" sobre desarme nuclear.