Ante un selecto foro de 2.000 personas, el exprimer ministro británico, Tony Blair, hizo gala ayer en Barcelona de sus dotes de buen orador en una conferencia en la que esbozó los desafíos a los que se enfrenta el mundo. Blair llamó a no ver los cambios que se producen como una amenaza sino como una oportunidad, apostó por abordarlos desde "alianzas globales" y dando por superada la dicotomía entre izquierda y derecha y pidió "nuevas ideas" para hacerles frente.

Blair se refirió a China y la India como nuevos actores pujantes y apostó por que Europa y EEUU "los sienten en su misma mesa". Tras subrayar que "intentar buscar la paz requiere siempre valor" y felicitar "a los que lo han intentado" en Euskadi, opinó que antes del diálogo debe haber "un acuerdo sobre las reglas, y una es que la violencia no tiene cabida".