El primer ministro británico, Tony Blair, que el 1 de julio asumirá la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), inició ayer su cruzada para transformar Europa y el presupuesto comunitario a un modelo de economía liberal. Sin embargo, la "revisión fundamental" de la UE y su presupuesto defendida por Blair chocan con una nutrida oposición. Francia advirtió a Londres de que su visión "no es compartida por la mayoría de países", mientras el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, admitió que "la salida de la crisis requerirá tiempo" y una "reflexión serena".

Ante el Parlamento británico y a tres días de su comparecencia ante la Eurocámara, Blair reiteró que el marco financiero de la UE "no es el adecuado para el siglo XXI" por el elevado porcentaje dedicado a la política agraria, y añadió que Europa "no se puede permitir esperar 10 años o más para reformarlo". Blair insistió en que no es lógico que la UE gaste más dinero en las ayudas agrarias que en la ciencia o la tecnología.

La Comisión Europea urgió a los países de la UE a consensuar con rapidez el próximo marco presupuestario 2007-2013 para "devolver la confianza en Europa y la capacidad de Europa de actuar". Fuentes diplomáticas, pero, dudan de que ese acuerdo pueda alcanzarse durante la presidencia británica de la UE dadas las profundas heridas que causó de Blair en la cumbre.

PRESIDENTE DE TODOS La ministra francesa de Asuntos Europeos, Catherine Colonna, advirtió a Blair de que "debe actuar como presidente de la UE teniendo en cuenta la sensibilidad de todo el mundo". "La visión británica no es compartida por la mayoría de los países europeos", destacó Colonna en declaraciones a la televisión. Colonna rechazó los ataques de Blair a la política agraria y recordó que ha sido reformada en tres ocasiones, "la última en el 2003". "La única cosa que no se adapta es el cheque británico " (devolución del 66% de la contribución neta británica a la UE), recalcó.

Borrell convocó una reunión extraordinaria de los presidentes de grupos parlamentarios hoy para implicar a la Eurocámara en el debate sobre el futuro de Europa. Borrell dijo a un grupo de corresponsales europeos que "el fracaso de la cumbre ha hecho emerger conflictos latentes en la UE" y que lo más urgente es "serenar los espíritus".

EL MODELO Borrell señaló que el debate será sobre el modelo de Europa, y sobre su dimensión. La crisis sobre la Constitución, reconoció Borrell, "ha abierto el debate público entre los ciudadanos sobre la ampliación de la UE que se escamoteó cuando se adoptó la decisión".

Ante las declaraciones a favor de frenar la ampliación, el comisario de Ampliación, Olli Rehn, previno contra el peligro de retrasar o interrumpir ese proceso, en especial en los Balcanes, pero instó a Bulgaria, Rumanía, Croacia y Turquía a aplicar escrupulosamente las exigencias.