Tony Blair, siendo primer ministro del Reino Unido, pidió en varias ocasiones un encuentro personal con la cúpula terrorista del Ejército Republicano Irlandés (IRA) para negociar el desarme y sellar la paz en Irlanda del Norte. El mandatario estadounidense Bill Clinton fue quien, poco después de dejar la Casa Blanca en el 2001, aconsejó a Blair la reunión con los ocho miembros del consejo militar que dirigía el IRA, en tregua indefinida desde julio de 1997.

La idea de la entrevista fue planteada por Blair al jefe del Sinn Féin (brazo político de los republicanos), Gerry Adams, "en tres o cuatro ocasiones", pero este la desestimó y la cita nunca se celebró. La propuesta es una de las revelaciones de las memorias de Jonathan Powell, quien fuera desde 1995 hasta el 2007 jefe de gabinete de Blair, y muestra lo lejos que llegó el primer ministro laborista para lograr un acuerdo de paz.

LIBRO POR ENTREGAS "En varias ocasiones durante la negociación, Tony Blair se ofreció a entrevistarse con los altos mandos del IRA, para tratar de razonar con ellos personalmente. Estaba convencido de que con sus grandes poderes de persuasión sería un éxito, pero Adams siempre decía que no era el momento adecuado y que quizá lo fuera más adelante", señala Powell en el primero de los tres extractos del libro, Great hatred, little room: making peace in Northern Ireland (Mucho odio y poco margen: construyendo la paz en Irlanda del Norte), que ayer comenzó a publicar el diario The Guardian.

Según el consejero de Blair, este llegó en el 2003 a corregir una declaración del IRA en la residencia de Chequers, en presencia de Adams. El propio Powell escribía a menudo los comunicados del Sinn Féin y viajó de forma clandestina a Derry y a otros puntos de Irlanda del Norte para reunirse con los republicanos.

Powell señala que ni el Gobierno ni el Sinn Féin tenían interés en que las negociaciones dividieran a los republicanos. Adams dejó claro en la primera reunión, en el castillo de Stormont (Belfast), que no quería crear un "Hamás irlandés".