El primer ministro británico y presidente semestral de la Unión Europea (UE), Tony Blair, propuso ayer a los países europeos una reorientación del presupuesto comunitario a partir del 2007 que perjudica los intereses de España, tanto en materia de ayudas regionales como agrícolas. El documento es la primera iniciativa de la presidencia británica en cuatro meses para intentar desbloquear la negociación del presupuesto de la UE para el periodo 2007-2013, tras el fracaso de la cumbre de junio.

La propuesta, que discutirán hoy los embajadores de los Veinticinco en el Comité de Representantes Permanentes (Coreper), plantea fijar un calendario para revisar la estructura del presupuesto de la UE con el objetivo de recortar las ayudas agrícolas, de las que España es el segundo país beneficiario después de Francia. La propuesta también plantea reorientar un porcentaje creciente de las ayudas directas a los agricultores hacia el fondo de desarrollo rural.

REAJUSTE DE LOS FONDOS El documento defiende reorientar al menos el 60% de la partida de los fondos regionales y de cohesión --de los que España es el principal beneficiario-- hacia investigación, innovación y competitividad --áreas en las que España consigue pocas ayudas--, en un porcentaje sustancialmente inferior al de su contribución al presupuesto de la UE. La misma reorientación se aplicaría al fondo de desarrollo rural, aumentado por el recorte de las ayudas directas a los agricultores.

La presidencia británica respalda en este punto las propuestas formuladas por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el pasado 20 de octubre para desbloquear la negociación del presupuesto de la UE, y considera que "son un punto de partida útil" para reajustar el gasto europeo.

La presidencia británica, sin embargo, elude plantear ninguna propuesta concreta sobre el futuro del polémico cheque británico (devolución del 66% de su contribución neta a las arcas comunitarias). La intransigencia de Blair en aceptar el más mínimo recorte a ese privilegio, que supera los 5.270 millones de euros anuales, hizo fracasar la cumbre de junio.

La existencia del cheque , que deben costear también los nuevos miembros pobres del Este, permite que Gran Bretaña apenas contribuya a financiar la ampliación de la UE, de la que fue uno de los máximos defensores. Por ello, los demás estados de la UE exigen su supresión o recorte sustancial a partir del 2007.

POCOS DETALLES El documento de la presidencia entra en pocos detalles y se limita a respaldar las propuestas más concretas de Barroso, que coinciden con los planteamientos defendidos hasta ahora por Blair. Desde septiembre, Blair está utilizando a Barroso como ariete para defender bajo la cobertura de la Comisión Europea la estrategia británica en la UE.

La presidencia del Reino Unido, además de la reorientación de los fondos regionales y agrarios postulada por Barroso, apoya la creación de un fondo para amortizar los ajustes provocados por la mundialización, que cuestionan los principales contribuyentes netos de la UE, como Alemania, Holanda y Suecia. Barroso, que ha asumido la terminología de Blair de modernizar el presupuesto de la UE para adaptarlo a la mundialización, propugna iniciar en el 2009 una revisión completa de la estructura del gasto comunitario.

La presidencia británica intentará obtener en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores del próximo lunes un respaldo político a su estrategia de reorientar el presupuesto para presentar propuestas más concretas de cara al siguiente Consejo del 21 de noviembre.