El Gobierno de Tony Blair actuará sin el aval del Parlamento en caso de atentados terroristas o catástrofes naturales, según una nueva ley de contingencia civil publicada ayer tras ser revisada a causa de las críticas de grupos de defensa de los derechos civiles. La polémica normativa da amplios poderes a la policía.

El Parlamento podrá estudiar con carácter retroactivo las medidas ya adoptadas por el Gobierno, entre las que se incluye la restricción de acceso a determinadas zonas, la evacuación de áreas afectadas, el despliegue de fuerzas armadas, la incautación de propiedades o la prohibición de reuniones públicas. Por primera vez, la normativa prevé el establecimiento del estado de emergencia en sólo una región del país. El Ejecutivo de Londres también tendrá grandes poderes financieros en caso de que se produzcan ataques terroristas.