La energía nuclear vuelve a protagonizar la agenda del Gobierno del Reino Unido. Tony Blair ha dado a entender que está contemplando la posible construcción de una nueva generación de centrales nucleares. En un discurso ante la Confederación de Empresarios Británicos (CBI), el primer ministro subrayó anoche el alto grado de dependencia energética que el país tendrá en el futuro de los yacimientos en el extranjero.

"Vamos a pasar del 80% o el 90% de abastecimiento propio en gas, al 80% o el 90% de dependencia de importaciones extranjeras, en su mayoría de Oriente Próximo, Africa y Rusia", declaró Blair. "La doble presión del cambio climático y de la seguridad energética está elevando la política de la energía a lo más alto de la agenda en el Reino Unido y en todo el mundo", añadió. "Si no tomamos decisiones a largo plazo ahora, cometeríamos un grave incumplimiento de nuestras obligaciones para con el futuro del país", aseguró el primer ministro británico.

DEBATE EN JULIO Blair tiene ya en su poder el borrador de un esperado plan del Gobierno para la revisión de la política energética, que debe publicarse y debatirse el próximo mes de julio. Greenpeace le acusó ayer de haber tomado ya una decisión, sin haber divulgado tan siquiera el proyecto.

"La revisión es una cortina de humo porque la decisión ya está tomada", declaró Stephen Tindale, portavoz de la organización ecologista. Amigos de la Tierra apuntó que "quizá no se trate de una coincidencia el que varios ministros escépticos en materia nuclear fueran destituidos a principios de mes".