La composición de la Cámara de los Lores, en el corazón de los escándalos sobre la financiación de los partidos políticos británicos, cambiará radicalmente. Antes de abandonar Downing Street, Tony Blair quiere completar la reforma más profunda sufrida por la Cámara alta del Parlamento, desde su instauración en el siglo XIV. El borrador que prepara el Gobierno suprime todos los cargos vitalicios y elimina un tercio de los 741 miembros actuales. La nueva Cámara estaría formada por un máximo de 450 lores: la mitad de ellos elegidos y la otra mitad designados, pudiendo ejercer hasta tres legislaturas, es decir 15 años. Algunos de los miembros son recomendados por comités, mientras otros son nominados por los partidos políticos. El proyecto establece cuotas para minorías étnicas, mujeres y grupos religiosos.