Hay victorias que en realidad son derrotas. Tras meses de controversia, acusaciones de traición y enfrentamientos con un importante grupo de diputados laboristas, Tony Blair sacó ayer adelante la reforma de la ley de Educación. Pese a contar con una amplia mayoría, Blair sólo logró la aprobación en la Cámara de los Comunes gracias al voto del Partido Conservador.

El proyecto, que permitirá a las escuelas de Inglaterra una mayor independencia, y a grupos religiosos y empresas privadas abrir nuevos centros con ayuda estatal, no habría sobrevivido sin el apoyo de los tories . Votaron a favor 422 diputados y lo hicieron en contra 98, 46 de ellos de las filas laboristas.

CAMERON, AL ACECHO El primer ministro no controla a sus propios parlamentarios, y David Cameron, el joven líder conservador, está aprovechando los apuros de un Blair en declive.

El cambio de atmósfera política en el Reino Unido quedaba reflejado en el sondeo que ayer publicaba The Guardian , según el cual los conservadores, con un 38% de las intenciones de voto, aventajan en cuatro puntos a los laboristas, que cuentan con el 34% de apoyos. Los tories han subido dos puntos respecto al mes pasado, y el respaldo que ahora tienen es el mayor de los últimos 13 años. La encuesta ha detectado una mayor confianza de los ciudadanos en los conservadores en áreas como la sanidad, la educación y la economía, en la que los laboristas han llevado la voz de mando durante una década.

PRESION POR EL RELEVO Tan precarios resultados aumentan la presión para que el primer ministro deje cuanto antes sus funciones. "No hay duda de que Tony Blair ha sido para nosotros un gran ganador de votos en el pasado, pero ahora la situación ha cambiado. Parte de nuestra actual impopularidad se debe a la sensación, cada vez más grande, de que la carrera de Tony Blair esta acabada", dijo el parlamentario rebelde Ian Davidson.

Distraído, dubitativo y en baja forma, el primer ministro tuvo que encajar las críticas de Cameron en los Comunes sobre la "caótica" situación en que se haya el Ministerio de Interior. Previamente, ante una comisión parlamentaria, el nuevo responsable de Interior, John Reid, admitió que "de vez en cuando" su departamento "no funciona".

Reid reconoció que "el sistema de inmigración no cumple con su tarea y es inadecuado". "Hace falta un cambio fundamental y completo", señaló, para confesar que "es casi imposible defender" la gestión de su departamento.

A las muchas dificultades de gobierno con que se enfrenta Blair, se sumó ayer un nuevo incidente protagonizado por su esposa. Cherie Blair donó a una subasta una copia firmada por ella del informe del juez Hutton sobre el suicidio del especialista en armamento e informante de la BBC, David Kelly.