Irak no ha logrado convencer a los inspectores de la ONU de que está decidido a cooperar con ellos y a desarmarse, a pesar de que es condición indispensable para tratar de evitar la guerra que se propone lanzar Estados Unidos para derrocar a Sadam Husein. "En estos momentos, no está claro si Irak realmente quiere cooperar", dijo Hans Blix, jefe de los inspectores, al semanario alemán Die Zeit , mostrando abiertamente sus dudas sobre las intenciones de Bagdad.

"El régimen nos ha permitido volver para evitar un ataque inmediato, pero no sé hasta qué punto realmente esta decisión significa una cooperación", apuntó Blix.

Blix describió las inspecciones de desarme como "un proceso que avanza centímetro a centímetro" y señaló que, "incluso si Irak cooperase inmediatamente, completar las inspecciones requeriría unos cuantos meses".