Si el Congreso de EEUU lo autoriza, el Pentágono venderá a las fuerzas aéreas israelís 100 bombas anti-búnquer GBU-28, explosivos para destruir instalaciones subterráneas a más de 30 metros bajo tierra. Según expertos citados por el diario israelí Haaretz, estas bombas permitirían golpear instalaciones nu-cleares subterráneas de Irán.