Al menos 160 muertos, entre ellos 13 extranjeros, y más de 300 heridos. Era el último cómputo de víctimas que se difundía en la madrugada de hoy en Bombay, tras los ataques terroristas que más de 48 horas antes habían sembrado el pánico en la ciudad, donde todavía anoche al menos dos terroristas seguían ofreciendo resistencia en el hotel Taj Mahal. Del Oberoi fueron rescatadas 143 personas que estaban atrapadas.

La metrópolis india despertó ayer con el sonido de helicópteros que sobrevolaban el centro judío de Nariman House y el ruido de tiroteos esporádicos en los hoteles Taj y Oberoi, donde aún había numerosos rehenes. En todos estos lugares permanecían desplegados comandos de la Guardia de Seguridad Nacional --el cuerpo antiterrorista de élite--, apoyados por militares y policías, en una operación sin precedentes en la India. Mientras el resto de la ciudad retornaba poco a poco a la calma, con muchos comercios ya abiertos y gente paseando, en estos tres puntos del sur de Bombay se sucedían los rumores sobre una gran operación final.

TRASLADOS A HOSPITALES Los comandos militares que estaban en el interior del Oberoi lograban poco a poco ir rescatando a los atrapados; ya por la mañana comenzaron a ser evacuados algunos extranjeros que habían permanecido en sus habitaciones desde que comenzó el asalto. Escoltados por la policía y con signos de conmoción y agotamiento, apenas salían eran trasladados a lugares seguros. Hacia mediodía, las autoridades anunciaron por altavoz la salida de algunos heridos que iban a ser llevados directamente a hospitales. Los signos de tensión entre quienes esperaban ante el edificio eran evidentes. "Mi padre está dentro. Pero no sé cómo está porque no he podido contactarle desde que tuvo lugar el ataque", señalaba un joven indio, nervioso ante el cordón policial.

Hacia las cinco de la tarde salió el grupo de extranjeros entre los que estaban los dos empresarios españoles que habían permanecido encerrados en su habitación desde la noche del miércoles, y unas horas más tarde el Ejército anunciaba que el hotel había quedado "libre de terroristas". Según la policía, en el hotel fueron abatidos ayer nueve terroristas y uno fue capturado, mientras se encontró una treintena de cadáveres.

A pocos kilómetros de allí, las fuerzas especiales hicieron una operación de rescate desde helicópteros para recuperar un centro judío que se saldó con la muerte de dos terroristas y cinco rehenes. Una vez dadas formalmente por cerradas estas operaciones, todos los efectivos se concentraron en el hotel Taj, donde de madrugada seguían los combates en medio de informaciones sobre dos o tres terroristas aún en su interior.

PAKISTAN, EN CUESTION El primer ministro indio, Manmohan Singh, aseguró ayer tener "pruebas" de que elementos paquistanís han estado implicados en el ataque. Además, se investigan informaciones que apuntan a que entre los terroristas que participaron en el asalto había dos británicos de origen paquistaní.

El Gobierno de Pakistán ha negado cualquier implicación en los hechos. Pero el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Guilani, aceptó la petición india de enviar a Nueva Delhi al jefe de los servicios secretos para "cooperar" en la investigación.