El departamento fatídico de Seine-Saint-Denis, donde hace poco más de un año se iniciaron los disturbios de la periferia parisina, vuelve a estar al borde del abismo. El prefecto, Jean-Fran§ois Corbet, ha dado la señal de alarma en un informe, el que que constata un aumento del 14% de la violencia contra las personas y del 22% en los robos con violencia. La presencia de menores en estos actos ha pasado del 44% al 47%.