El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, advirtió ayer en su discurso de investidura de que no se logrará erradicar el terrorismo con el uso indiscriminado de la fuerza, ni con la utilización exclusiva de medios militares, sino que sólo se derrotará con la eliminación de las causas que lo alimentan.

El terrorismo, reconoció, es la principal amenaza que pesa sobre los ciudadanos, por lo que es indispensable ir más allá de las condenas y "atacar sus raíces". Estos planteamientos se sitúan en las antípodas de la estrategia de EEUU y Rusia.

"No podemos pretender erradicar las causas del terrorismo con el simple e indiscriminado uso de la fuerza, vengando en otros niños el daño hecho a los nuestros y creando una escalada insoportable de violencia", afirmó. La Eurocámara, prosiguió, debe impulsar activamente "una estrategia antiterrorista basada en la cooperación internacional, así como en la lucha contra las causas subyacentes que alimentan el fanatismo".

EL RETO "El reto más importante que tiene planteada la Europa del futuro --explicó-- es la relación con el mundo islámico, y esa relación pasa por Irak, Afganistán y Palestina", así como por la adhesión de Turquía, el diálogo político euromediterráneo y la integración de los emigrantes. "Es nuestra responsabilidad demostrar al mundo musulmán que no trazamos nuestras fronteras según el choque de civilizaciones", afirmó.