La petrolera BP planea realizar hoy las últimas pruebas para determinar si procede a sellar el martes el pozo averiado en el Golfo de México mediante una inyección de lodo pesado a través de la cabeza del manantial, dijo hoy la firma. La operación conocida como "static Kill" (eliminación estática) busca empujar el petróleo hacia su lugar original, un depósito situado a 4.000 metros bajo la superficie marina. BP ya había probado en mayo, sin éxito, inyectar una mezcla de cemento y lodo pesado para sellar el pozo averiado "Macondo".

La diferencia con este nuevo intento similar es que ahora BP cuenta con una campana de contención sobre el pozo que por el momento lo mantiene cerrado y que permitiría a los equipos inyectar la mezcla a baja presión y a baja velocidad, con mayores probabilidades de éxito desde la superficie. Para asegurar que el pozo queda definitivamente cerrado, la firma responsable del peor desastre ecológico en la historia de EEUU procederá a continuación a clausurar también el pozo en la parte inferior, mediante un procedimiento bautizado como "bottom kill".

Esa operación se llevará a cabo a través del pozo auxiliar que excava BP en la zona. La Casa Blanca dijo hoy estar "vigilando con cautela" la situación que llega 105 días después de la explosión y posterior hundimiento de una plataforma petrolífera operada por BP en la zona. Kent Wells, vicepresidente ejecutivo de BP, dijo hoy a los medios que esperan que de no haber contratiempo toda la operación quede terminada entre el 11 y el 15 de este mes.

BP logró sellar de forma temporal el pozo Macondo el 15 de julio mediante la instalación de una enorme campana de contención que actúa desde entonces como una especie de tapón. El almirante retirado de la Guardia Costera, Thad Allen, que coordina la respuesta del Gobierno al vertido, señaló hoy en rueda de prensa telefónica que tienen previsto desplazar a la zona 22 grandes embarcaciones que se encargarían de extraer el petróleo del mar si hubiese alguna fuga durante la operación de sellado.