La milicia radical de Al Fatá dio ayer una vuelta de tuerca más en el pulso que mantiene con el Gobierno palestino, en manos de Hamás. Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del partido del presidente palestino, Mahmud Abbás, alias Abú Mazen , divulgó un comunicado en el que condena a muerte a tres destacados dirigentes del movimiento islamista, entre ellos al poderoso Jaled Meshal, exiliado en Damasco y poder en la sombra del Ejecutivo del primer ministro, Ismail Haniya.

En el texto, el grupo armado califica a Meshal de "agente de Damasco" y le acusa de ser el máximo responsable de los enfrentamientos del domingo entre Hamás y Al Fatá en Gaza y Cisjordania. Los choques, los más graves entre palestinos desde la creación de la ANP, en 1994, se han saldado hasta ahora con 12 muertos y más de 100 heridos. "Nos encargaremos de cumplir la sentencia, para que sirva de ejemplo a aquellos que han hecho derramar sangre palestina", reza el comunicado.

INTENTO DE ASESINATO Meshal, de 49 años, ya fue objeto de un intento de asesinato por envenenamiento en 1997 en Jordania, por parte de agentes de Israel. La amenaza de muerte de los nacionalistas radicales palestinos apunta también al ministro de Interior, Said Seyam, y a Yusef al Zahar, el jefe de las fuerzas policiales instauradas por Hamás.

Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa les acusan de reprimir con dureza la protesta de agentes de seguridad y funcionarios fieles a Al Fatá que se manifestaron el domingo para exigir el pago de sus salarios, bloqueados desde el pasado mes de marzo. El diputado de Hamás Muchir al Masri criticó las amenazas y tachó al grupo radical palestino de "corriente sediciosa alienada con el enemigo sionista".

Ayer continuaron las protestas de miembros de las fuerzas de seguridad de Al Fatá, aunque menos intensas. Un centenar de agentes bloquearon una de las principales arterias de la franja de Gaza, a la altura del campo de refugiados de Bureij. Las fuerzas de Hamás no intervinieron.

En el norte de Cisjordania, hombres armados prendieron fuego al coche de un dirigente de Hamás, mientras que otro grupo disparó contra la casa de otro islamista. También fue atacado el vehículo de un profesor universitario, y varios autocares de una escuela islamista en Naplusa fueron incendiados.

IGUALADOS EN LOS SONDEOS Haniya dijo que no permitirá una guerra civil entre palestinos y descartó la convocatoria de elecciones anticipadas. Abú Mazen anunció que disolverá el Parlamento en dos semanas si no hay acuerdo para un Gobierno de unidad. Según una encuesta, de celebrarse elecciones, Al Fatá ganaría por solo dos puntos.

Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, pidió ayer el cese de la violencia entre facciones palestinas, al tiempo que apostó por la formación de un nuevo Gobierno palestino "que sea capaz de respetar los principios de la Hoja de ruta ", el moribundo plan de paz diseñado por Washington, la ONU, la UE y Rusia. Rice llegó ayer a El Cairo, para presidir una minicumbre de ministros de Exteriores de los países de la región aliados de Washington.