El británico Peter Moore, que fue liberado por sus captores el miércoles en Bagdad tras permanecer secuestrado dos años y medio, pasó gran parte de su cautiverio en Irán, según afirmó el diario de Londres The Guardian y confirmaron ayer fuentes de los servicios secretos de EEUU. El rotativo va más allá y asegura que fue el cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní la que planificó el secuestro, ya que Moore iba a instalar un sistema informático capaz de revelar cuánta ayuda internacional destinada al Gobierno de Bagdad iba a parar a milicias iranís en Irak.

Tanto el Gobierno británico como el jefe de las fuerzas de EEUU en la región, David Petraeus, aseguraron ayer que carecen de pruebas que involucren a las fuerzas de seguridad iranís. Teherán desmintió la información y negó toda implicación en el rapto.

Moore, que llegó ayer a Londres, fue secuestrado en mayo del 2007 junto a cuatro de sus guardaespaldas, también británicos, en la sede del Ministerio de Finanzas y Tecnología de Irak, en el centro de Bagdad, por un numeroso grupo de hombres armados que vestían uniformes de las fuerzas de seguridad iraquís.

Tres de los cuatro guardaespaldas fueron ejecutados. De momento, se desconoce la situación del cuarto escolta, Alan McMenemy, aunque el Gobierno británico teme que haya muerto.