El caso de la muerte por envenenamiento radiactivo del exespía ruso Alexander Litvinenko ha terminado involucrando a miles de pasajeros de British Airways (BA). Más de 200 vuelos están afectados, entre ellos unos 20 que unieron en noviembre Barcelona y Madrid con el aeropuerto de Heathrow (Londres).

La compañía aérea británica anunció anoche la presencia de "muy pequeños restos de una sustancia radiactiva a bordo de dos aviones" de su flota, que se hallan fuera de servicio en Heathrow. Un tercer aparato fue inmovilizado en el aeropuerto de Domodedovo, en Moscú, a la espera de ser revisado por un grupo de expertos de la policía británica. Los tres Boeing 767, que operaban en destinos muy diversos en Europa, fueron revisados por indicación de los investigadores de Scotland Yard.

LISTA EN INTERNET British Airways puso ayer en su página en internet la lista completa de vuelos, en total 221, todos ellos en Europa, cubiertos por los tres aparatos. BA está alertando a 33.000 pasajeros y a 5.000 miembros del personal de la aerolínea que pudieron viajar en ellos, por si hubieran resultado contaminados. El primero de los vuelos que figura en la relación publicada ayer por BA tiene fecha del 25 de octubre y cubrió el trayecto de ida entre Londres- Heathrow y Moscú.

En los listados aparecen también nueve vuelos de ida y vuelta Heathrow-Barcelona, con fechas comprendidas entre el 4 y el 24 de noviembre y un vuelo más, también de ida y vuelta, Heathrow-Madrid, con fecha 26 de noviembre. La compañía trataba anoche de restar importancia a la alarma generada por el anuncio, asegurando que el riesgo era muy bajo.

El nuevo giro de la investigación podría indicar que el polonio 210 llegó de Moscú, probablemente a finales de octubre, hipótesis que, de confirmarse, pondrá contra las cuerdas a los servicios secretos del Kremlin. Los dos rusos, uno de ellos exagente de la KGB, que se entrevistaron con Litvinenko el 1 de noviembre, el día que comenzó a sentirse enfermo, y retornaron a Moscú, serían los portadores de la sustancia radiactiva.

El comité Cobra del Gobierno británico, compuesto por ministros y altos responsables de la seguridad nacional, celebró anoche una nueva reunión de urgencia. El ministro de Interior, John Reid, hará hoy una declaración en el Parlamento sobre los últimos acontecimientos en torno al caso de Litvinenko.

EL HOTEL SHERATON La policía británica que investiga la muerte del exespía ruso ha ampliado sus pesquisas a dos nuevos lugares de Londres. El Hotel Sheraton Park Lane de Mayfair y un edificio de oficinas en el West End se hallan bajo examen. Mientras, los responsables de la sanidad pública pidieron a los empleados de los dos hospitales londinenses donde Litvinenko estuvo ingresado que se sometan a un chequeo.

El abogado del profesor Mario Scaramella, el contacto con el que Litvinenko almorzó en un restaurante de sushi el pasado 1 de noviembre, indicó ayer que su cliente "no ha resultado contaminado". Scaramella, en Londres bajo protección oficial, enseñó a Litvinenko unos mails advirtiéndole de que la vida de ambos podía estar amenazada.

El propio Scaramella no está libre de sospecha. Un amigo del fallecido, Yuri Felshtinsky, aseguraba ayer en The Sun que Litvinenko le dijo que el italiano podía haberle envenenado. Mientras Moscú señala como culpable al multimillonario Boris Berezosky, exiliado en Londres, este respondió con un comunicado como tributo a su "valiente y honorable", amigo. Anoche, sin embargo, las sospechas volvían a apuntar al régimen del presidente Vladimir Putin.