En un Reino Unido asediado, según los servicios secretos, por decenas de complots terroristas, los aspirantes a suceder a Tony Blair rivalizan en cuanto a promesas de mano dura. Con un pie en Downing Street, el actual ministro de Finanzas, Gordon Brown, dejó ayer claro que su "prioridad", de llegar a primer ministro, será la lucha contra el terrorismo.

En una entrevista concedida a The Sunday Times , el eventual sucesor de Blair afirmó "estar completamente de acuerdo" con el jefe de Scotland Yard, Ian Blair, quien ha vuelto a pedir la extensión de la detención preventiva de sospechosos más allá de los 28 días actualmente en vigor.

Por su parte, el líder conservador, David Cameron, ha ido más lejos y ha prometido, de llegar al poder, la creación de un ministerio dedicado exclusivamente al combate de la violencia extremista.