Estados Unidos y el Reino Unido iniciaron anoche una nueva etapa en sus relaciones bilaterales tras la marcha de Tony Blair. Su sucesor, el también laborista Gordon Brown, mantiene en EEUU su primer encuentro oficial como jefe del Gobierno británico con el presidente George Bush. Brown arrastra la penosa herencia de la guerra de Irak. Fuentes oficiales británicas negaron ayer las informaciones que sugerían que el Reino Unido planea una retirada unilateral de sus tropas.

Irán, Afganistán, Oriente Próximo, Darfur y el cambio climático son otros asuntos que abordarán ambos mandatarios. El primer ministro británico ha dejado claro su deseo de "construir una relación más fuerte" con EEUU, según un comunicado.