Gordon Brown ha optado por la prudencia y no arriesgará el futuro de su Gobierno al incierto resultado de las urnas. Tras semanas de consultas, sondeos y especulaciones, el primer ministro británico ha decidido no convocar elecciones anticipadas ni este otoño ni el próximo año.

Brown confirmó ayer su decisión al periodista estrella de la BBC, Andrew Marr, en una entrevista grabada que se emite esta mañana. La resolución coincide con el sondeo que hoy publica el dominical The News Of the World, según el cual, en los distritos marginales, decisivos para ganar las elecciones generales, los conservadores, con un 44% de intención de voto, adelantarían en seis puntos a los laboristas, que solo alcanzarían el 38%. El viernes, el diario The Guardian daba un empate --el 38%-- a las dos formaciones. Los laboristas habían llegado a tener hasta 11 puntos de ventaja. Los tories han remontado de forma espectacular durante la cumbre del partido, la pasada semana.

CONTRATAQUE CONSERVADOR El líder de la oposición, David Cameron prometió sustanciales rebajas de los impuestos sobre las herencias y las tasas fiscales para la compra de una primera vivienda. Brown ha negado que su decisión tenga que ver con los sondeos, aunque ha reconocido que hace tres semanas meditó una convocatoria de elecciones.

El primer ministro, en el cargo heredado de Tony Blair en junio, se ha enfrentado a una sucesión de emergencias nacionales. Ahora, afirma querer tiempo para enseñar al país su cambio de política. Cameron acusó a Brown de haber mostrado "una gran indecisión y una gran debilidad" en esta retirada.