La Comisión Europea propuso ayer a los estados de la Unión Europea (UE) fichar a todos los viajeros extracomunitarios que entran en su territorio y crear un sistema de autorización electrónica previa para poder viajar a la UE. Las medidas tienen como objetivo la lucha contra la inmigración ilegal, el terrorismo y el crimen organizado e imitan los procedimientos adoptados en Estados Unidos. El Ejecutivo comunitario aspira a que el nuevo sistema funcione en el periodo 2013-2015, una vez haya sido aprobado por el Consejo de Ministros de los Veintisiete y por el Parlamento Europeo.

La pieza central de las propuestas del comisario de Justicia y Seguridad, Franco Frattini, es la creación de un registro informático centralizado europeo que incluiría los datos biométricos de los viajeros extracomunitarios en el momento de su entrada y salida de la UE, con el lugar y la fecha de llegada, el plazo máximo de estancia autorizado y el lugar y fecha de salida.

VIGILANCIA POLICIAL En el puesto de control fronterizo (terrestre, marítimo o aeroportuario) se introducirán los datos biométricos del viajero en el sistema, incluida su foto y sus huellas dactilares digitalizadas. Con esos datos, la policía podría comprobar la identidad de un extranjero aunque dijera haber perdido sus documentos.

Cada vez que un viajero extranjero superara el plazo máximo de estancia autorizado en la UE, el sistema centralizado emitiría una señal de alarma a todos los estados miembros para advertir de que se estaba produciendo un caso de inmigración ilegal, añadió Frattini.

"Hay que facilitar la estancia de los visitantes extranjeros honestos, mientras se impide la entrada en la UE de los terroristas y de los inmigrantes ilegales", afirmó Frattini. El comisario recordó que la principal vía de llegada de inmigrantes irregulares a la UE no son los cayucos que llegan a Canarias o a Lampedusa, sino los aeropuertos y las fronteras terrestres. "Son visitantes legales que se convierten en ilegales cuando acaba su permiso de estancia y destruyen sus documentos para intentar evitar ser repatriados", explicó.

Las medidas de control y fichaje de los viajeros se aplicarán inicialmente en la frontera exterior de los países miembros de la zona Schengen (sin fronteras interiores): los países de la UE (excepto Gran Bretaña, Irlanda, Bulgaria, Rumanía y Chipre), más Noruega e Islandia. Pero Frattini indicó que Gran Bretaña, Irlanda y los otros países podrían sumarse al mecanismo si lo desean.

La Comisión Europea propone que los viajeros frecuentes "de buena fe" extracomunitarios, que hayan pasado una verificación previa, puedan beneficiarse de un sistema de control automatizado rápido. El sistema de control de los viajeros extracomunitarios se completará con la creación de una autorización electrónica previa para poder viajar, semejante a la que planea EEUU y que ya aplica Australia. Los viajeros deberán solicitar vía internet una autorización de viaje para permitir a las autoridades verificar sus datos y que no existen alertas sobre ellos.

COSTES MILLONARIOS El coste del sistema centralizado de datos de los viajeros ascenderá a 20 millones de euros, con un mantenimiento anual de seis millones. A estas cifras hay que sumar los 35 millones que les costará a los estados de la UE equiparse con el material de fichaje y control. La actual presidencia eslovena de la UE y la futura presidencia francesa han expresado su respaldo a estos proyectos.

Para completar el paquete, Frattini propuso crear un sistema de vigilancia marítima por satélite para anticiparse a los movimientos de irregulares. E indicó que Canarias podría ser una de las bases de vigilancia.