El paso de la antorcha olímpica por Buenos Aires, previsto para hoy, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades políticas, tras los incidentes de Londres y París y el accidentado recorrido por San Francisco.

Unos 5.700 policías custodiarán el recorrido que debe encabezar Diego Maradona y que concluirá con un espectáculo musical. "Puede pasar algo. No lo descartamos", dijo una fuente del Gobierno al diario Clarín . En el caso de que sea así, su impacto internacional debería ser menor que el de los recientes episodios en Europa. "Los movimientos protibetanos no son muy numerosos ni tan peligrosos", calculan los responsables de la seguridad de la marcha.

SIN VIOLENCIA Pero Eduardo Bermúdez, del Movimiento del Relevo Mundial de la Antorcha de los Derechos Humanos, aseguró que "habrá sorpresas". Bermúdez aclaró, no obstante, que no realizarán ningún tipo de "acción violenta". Simpatizantes del grupo Falungong también saldrán a la calle para denunciar las violaciones a las que son sometidos sus integrantes en China. El avión chino que trae la antorcha de San Francisco debía llegar anoche al aeropuerto internacional de Ezeiza, desde donde debía ser trasladada a un lugar secreto.

Desde que la antorcha olímpica fue encendida en Grecia el pasado 24 de marzo, los militantes protibetanos se han movilizado a su paso. El periplo del fuego olímpico es el más ambicioso de la historia de los Juegos. Desde Buenos Aires, la antorcha estará el sábado en Dar es Salam (Tanzania) y de allí iniciará el recorrido por Asia. En Yakarta (Indonesia), el paseo ha sido sustancialmente recortado para evitar incidentes.

Una vez más, el líder espiritual tibetano, el dalái lama, dijo que la población china "se merece que se celebren los Juegos" e instó a los manifestantes a protestar sin violencia.