El presidente de EEUU, George Bush, lanzó ayer una dura advertencia al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, para que no se muestre demasiado conciliador con Irán y subrayó que, en caso contrario, "tendrá que pagar un precio". "Si la señal que quiere dar es que Irán desempeña un papel constructivo, tendré una franca charla con mi amigo el primer ministro iraquí, porque yo no creo que sea así", afirmó el mandatario estadounidense en una rueda de prensa en la Casa Blanca. "Mi mensaje para Maliki es que si lo encontramos desempeñando un papel no constructivo tendrá que pagar un precio", añadió.

Las afirmaciones del mandatario se produjeron poco después de que Maliki recibiera oficialmente el apoyo de Teherán a su política de seguridad. Estados Unidos acusa a Irán de suministrar armas a los insurgentes iraquís y ayer Bush advirtió también a los dirigentes iranís de que "habrá consecuencias" si continúan haciéndolo.