El presidente de Estados Unidos, George Bush, advirtió ayer de que un ataque de Sadam Husein "o de un sustituto de Sadam Husein perjudicaría a nuestra economía". Desde su rancho de Crawford (Texas) donde pasa las fiestas navideñas, el mandatario también dedicó el último día del 2002 a insistir sobre el deseo de su Administración de que Irak se desarme, aunque tachó de "decepcionante" la primera etapa de este camino iraquí, en alusión a la reciente declaración del régimen de Bagdad.

A pesar de incluir entre sus deseos para el nuevo año la resolución pacífica de esta crisis, Bush consideró el pasado martes que Sadam "no parece haber entendido el mensaje".

DISCURSO NAVIDEÑO DE BLAIR

Haciéndose eco de esta intervención nada halagüeña, el primer ministro británico, Tony Blair, señaló en su mensaje de Año Nuevo: "No recuerdo otro periodo en el que Gran Bretaña haya afrontado simultáneamente tantos problemas difíciles y, en algunos casos, peligrosos".

La posible guerra contra Irak y la amenaza terrorista acapararon la atención de los mensajes de Año Nuevo de la mayoría de los líderes europeos.

Durante el primer día del año 2003 los inspectores de las Naciones Unidas visitaron cuatro instalaciones sospechosas en Bagdad y sus alrededores sin encontrar ningún impedimento. Como declaró el pasado martes el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el Gobierno iraquí coopera y los expertos internacionales han entrado en todos los lugares que han querido revisar, por lo que consideró "injustificada", de momento, una intervención militar, en clara confrontación con el ideario estadounidense.

SIGUEN LAS INSPECCIONES

Los expertos en armas químicas, biológicas y nucleares incluso tienen previsto realizar su tarea, por primera vez desde el inicio el pasado mes de noviembre del control internacional de desarme, en helicóptero en "los próximos días". El Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí también anunció ayer que un grupo de 10 personas del centro de los inspectores de la ONU en Bagdad se desplazó a Mosul, a unos 400 kilómetros de Bagdad, para abrir una oficina.

El jefe de la Comisión de Vigilancia, Verificación e Inspección de la ONU (Unmovic), Hans Blix, puede regresar a Bagdad entre el 18 y el 20 de este mes para mantener conversaciones con las autoridades iraquís, probablemente sobre el crucial informe de las investigaciones de sus expertos que debe entregar el día 27 al Consejo de Seguridad de la ONU. De los iraquís partió la invitación a Blix, cuya comparecencia ante el organismo internacional se realizará con un ya avanzado despliegue militar en la zona.