Ganaremos si no abandonamos". Así de rotundo se expresó ayer en su visita a Hanoi el presidente de EEUU, George Bush. El dirigente echó mano de la amarga lección aprendida con la derrota de Vietnam para seguir abogando por la paciencia en la sangrienta guerra de Irak. "No podemos irnos", dijo Bush, en base al ejemplo de los vietnamitas, que lograron imponerse a los estadounidenses tras dos décadas de conflicto.

"Queremos resultados instantáneos y en Irak eso va a llevar un tiempo", insistió el presidente estadounidense, que llegó a Vietnam para participar en el 21º Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Bush recalcó que "requerirá un largo tiempo para que la ideología de la esperanza, que es la ideología de la libertad, se imponga a la del odio" en Irak.

Bush hizo hincapié en que EEUU y Vietnam "se han reconciliado, dejando atrás sus diferencias durante la guerra", que concluyó hace 31 años. Irónicamente, trató de esgrimir este penoso conflicto, que finalizó con un sonoro fracaso, para demostrar que es preciso permanecer en Irak para enraizar la democracia, pese a que en Irak EEUU se enfrenta a una insurgencia local, lo mismo que en Vietnam.

COMPARACIONES INEVITABLES Precisamente por eso, no pocas voces críticas de su política establecen una comparación con Vietnam bien distinta a la suya, y concluyen que la virulencia de los insurgentes, paralela a la de los norvietnamitas, puede empantanar peligrosamente a EEUU en Irak. Como resumió el veterano soldado vietnamita Huynh Tuyet, "aunque los americanos eran más poderosos con todas sus armas, el principal factor en la guerra es la gente, y los vietnamitas estaban decididos a no ceder. Por eso ganamos". A diferencia de su predecesor, Bill Clinton, recibido en olor de multitudes cuando visitó Vietnam en el 2000, la acogida de Bush fue bastante más fría.

Bush y su Gobierno han rechazado las comparaciones con la guerra de Irak, ahora en su cuarto año. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, insistió en negar cualquier parecido entre estos dos conflictos. "La visita del presidente Bush no va a ser una mirada al pasado de Vietnam. Será una visión al futuro", para cooperar en salud, comercio, y asuntos militares, recalcó. Bush mostrará su interés en saber qué sucedió con los más de 1.300 estadounidenses que se mantienen como desaparecidos en la guerra de Vietnam.

La aprobación de los estadounidenses a la estrategia de la guerra en Irak ha caído a su nivel más bajo, 31%, de acuerdo con una encuesta AP-Ipsos.